la luz emerge desde el pecho,
rubí devorando extremidades
oxígeno incendiario en las arterias
convierte en virutas al ave.
Una lagrima se escapa de la cuenca vacía
fertiliza el suelo donde las cenizas se acumulan
Ídolo de incienso y mirra
Venus perenne y efímera.
De la muerte se elevará la vida
y en cada nueva creación
la bestia será más bella.
©Tania Evans, La Psicología del Fénix.
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