A ti que todavía palpitas
tras esa costilla traidora
que te sabe fuerte en mi vientre
recuérdame el amor
el hambre voraz del huérfano
ávido lactante en mi pecho
Recuérdame el amor
la curiosidad encendida
en este tu nuevo territorio de conquista
Recuérdame el amor
el sexo libre
los caminos de saliva salvándote la vida
Recuérdame el amor
salvaje
mordiendo el horizonte de mis piernas
Recuérdame el amor
mostrar el alma
y no salir en retirada
Amarte “solo” siempre
como una loba
a pesar de todos los valles y montañas.
Amar es permitir que muera la ilusión
despojarse de máscaras
mostrar la herida
temblar ante su belleza
permitir que ilumine la sombra
y en esa comunión de luces y formas
engendrar y parir nuevamente
entre orgasmos la alegría.
©Tania Evans, La psicología del Fénix