Báilame que yo te canto




Piel y agua en constante danza
que pare la música
y abran las ventanas

Que dejen al sol hacer de las suyas
en esta mañana que no madruga
que se pega a las sábanas

Ven
corre conmigo alfombra abajo
piernas arriba
deja que te tatúe
cada cima conquistada de esta piel mía
que me deja tan desnuda
cuando me amas a pulmón abierto
con todas las ganas
sin rastro de miedo ni mañanas

Ven
siente conmigo costillas adentro
deja que tu espalda meza mi sueño
que por fin regresa tras encontrarte.

Ven
Siente conmigo toda la calma.

Déjame prenderme a tu pecho
donde tanto me gusta soñarte
pese a tenerte
a distancia negativa de mi
de este vientre que te espera
siempre para que lo llenes
entre otras cosas
de poesía.



Si... a ti...



Hace tanto que te espero
con la piel encendida
hace tanto que quiero
recoger-te
con la boca
cada vez que te derrames
que perdí todos los trenes
los aviones
y los barcos.

Y las ganas
esas ganas que te tengo
me miran
levantando los hombros
sacándome la lengua
dando la batalla por ganada.

Porque no importan
las ganas de terceros
estas mías de ti
les cierran las puertas
les atan las manos
y la lengua
marcando territorio
en las células del ático
proclamándose ocupas
de toda
mi superficie.



Esta piel
palpita al pensarte
al verte recorrerla
con “manos ciendedos
y besos rodadores”
que desarman la vergüenza
y esclavizan el alma.



® Tania Evans